¿Soy adicto a la información?

Herramientas para tomar el control de tu atención.

Hoy escribo para aquellos dedicados a crear. Ya sea que estés creando un negocio, líneas de código, contenido digital, ciencia de datos, arte o literatura.

Quiero ayudarte a producir algo de lo que puedas sentir orgullo.

El artículo de hoy combina mi experiencia personal y conocimiento científico que la respalda. Tiene una fuerte influencia y referencias textuales de Stolen Focus, de Johann Hari.

Sobra decirlo pero, soy un hombre con un blog, no un profesional de la salud. Ahora sí, empecemos.

¿Cómo saber si soy adicto a la información?

La forma más sencilla de saberlo es dejando de consumir. Un adicto a la información va a sentir una ansiedad incontrolable de informarse, va a sentir que se está perdiendo de algo. O podrías empezar por preguntarte…

¿Cuándo fue la última vez que pasé 24hs sin informarme sobre eventos de actualidad?

Para hacerlo todavía más sencillo, estas son algunas conductas típicas:

  • Conocer detalles recientes de la vida personal de personas que no te conocen. Ej. rupturas amorosas, fallecimientos, peleas, declaraciones “polémicas”, etc.

  • Manejar un humor de nicho de Internet. Entender los chistes propios del Internet. Esos que para reírse se necesita contexto.

  • Poder hablar en profundidad sobre las últimas novedades de una realidad en la que no se tiene injerencia directa. Ej. política, economía, finanzas, deportes, espectáculo.

  • Consumir contenido de opinólogos. Creadores que se dedican a opinar acerca de la actualidad de un tema específico.

  • Tiempo en pantalla mayor a 3hs/día de forma sostenida en tu teléfono.

¿Y qué tiene de malo?

Una adicción es una dependencia a sustancias o actividades nocivas para el equilibrio mental.

Una primera reacción podría llevarte a pensar que estoy siendo demasiado radical al asociar comportamientos tan típicos de las personas en la actualidad con algo tan detrimental como una adicción.

Te animo a pensar en alguno de tus referentes, alguien a quien admiras mucho por la excelencia y originalidad de su trabajo. ¿Se comportaba de la forma típica entre las personas de su época?

No importa en qué disciplina estés trabajando. Para superar la mediocridad, hay que estar dispuesto a invertirse más que los mediocres.

Para producir resultados excepcionales, hay que vivir de manera excepcional.

Durante años, yo fui adicto a la información. No era consciente de ello, pero ahora lo soy.

Es fácil darse cuenta de que uno es adicto a algo que todo el mundo considera dañino (ej. drogas). El problema es que hay muchas sustancias o actividades nocivas que nadie reconoce.

Para reconocer mi adicción fue necesario cuestionarme hábitos de consumo que creía directamente benignos. ¿Cómo va a hacerme mal leer Twitter? ¿O mirar stories?

Habiendo caminado ya por unos años en la dirección contraria, puedo confirmarte que del otro lado se vive y se crea muchísimo mejor.

Voy a compartirte algunas ideas y herramientas para que puedas comprobarlo por tu cuenta.

Cómo consumir información de forma consciente

Para empezar, quiero dejar claro que mi enfoque es un híbrido entre control de daños y abstinencia.

El objetivo no es convertirse en un ermitaño y dejar de consumir información por completo. Pero, naturalmente, si empiezas a consumir la información de forma consciente tu volumen de consumo va a bajar.

Van a haber acontecimientos con gran repercusión de los que te vas a enterar más tarde que el resto, o chistes que vas a necesitar que te expliquen. Todo esto es normal y esperable -incluso, un buen augurio-.

Atención = $$$

Quiero proponerte empezar a pensar en tu capacidad de prestar atención como un recurso invaluable.

Durante el día, existe un número finito de nuevas piezas de información (tweets, stories, artículos) a las que se le puede invertir atención. Tu atención es un recurso escazo.

Y a más nuevas piezas de información consumimos, menos aprovechamos el valor de cada una.

Si te interesa crear de manera excepcional, tu objetivo es invertir la atención en piezas de información valiosa, y que te ayuden a formar nuevas ideas. De nada sirve que te compres los 10 mejores pinceles, si sólo vas a pintar con 1.

Para que la información se convierta en combustible de nuevas ideas, es necesario que alcance profundidad.

Entre más atención inviertas en una pieza particular de información, más intensa será la señal para tu cerebro: “Acá hay valor. Es necesario quedarse con esto. Lo vamos a usar más tarde”.

Y, nos guste o no, la profundidad requiere tiempo.

Tiempo invertido en consumir la totalidad de la idea. Tiempo para extraer los fragmentos más relevantes. Tiempo para reflexionar al respecto. Y tiempo para conectarlo con nuestras ideas preexistentes.

Es por esto que te recomiendo invertir el precioso recurso de tu atención en contenidos:

  • Largos: la duración importa. Le da la señal a tu cerebro. Y le da tiempo al autor para desarrollar sus ideas en profundidad.

  • De baja densidad: el volumen importa. La cantidad de nueva información por minuto debe ser manejable. Cada concepto necesita su espacio.

  • Lentos: la velocidad importa. El delivery de la información debe ir al mismo ritmo que tu capacidad de absorberla.

Pieza

Duración Avg.

Volumen

Velocidad

Libro

4hs

Bajo

Lento

Película

2hs

Medio

Normal

Podcast

1hs

Medio

Normal

Artículo

10min

Medio

Normal

Redes sociales

30seg

Altísimo

Rápido

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A más switching menos valor

Hacemos switching cuando desviamos nuestra atención de una cosa, para enfocarla en otra. Por ejemplo: estoy escribiendo este artículo y me detengo para mirar una notificación que me acaba de llegar al teléfono.

Yo no era consciente de esto, pero el switching tiene un costo cognitivo altísimo para nuestra mente. Recuperar el contexto necesario para comprender la nueva pieza de información (la notificación que me acaba de llegar) insume muchos recursos.

¿No me crees?

Un pequeño estudio encargado por Hewlett-Packard se fijaba en el cociente intelectual de algunos de sus empleados en dos situaciones.

Primero median su IQ cuando no estaban distraídos o no los interrumpían. A continuación se lo medían cuando recibían correos electrónicos y llamadas telefónicas.

El estudio descubrió que la «distracción tecnológica» (el mero hecho de recibir correos y llamadas) causaba una caída del cociente intelectual de los empleados de 10 puntos de media.

Para que se entienda la verdadera magnitud de algo así: a corto plazo, es el doble de la afectación en el IQ que se da cuando uno fuma cannabis. Así pues, en cuanto a la capacidad de rendir en el trabajo, sería preferible que uno estuviera «colocado» en su escritorio a que consultara muy a menudo mensajes y Facebook.”

Otro estudio de la Carnegie Mellon Unversity demostró una caída en performance del 20% a 30% en estudiantes expuestos a la distracción tecnológica.

La evidencia es clara. Si gastas una gran cantidad de tus escasos recursos en switchear todo el tiempo, te vuelves más lento, menos creativo, cometes más errores y aprendes menos.

Johann Hari

Mi recomendación: intenta consumir en forma intencionada.

Si vas a consumir redes sociales, por ejemplo, intenta que tu consumo sea en bloques compactos de tiempo donde decidas intencionalmente enfocarte en ello.

No permitas que las notificaciones -el mecanismo más perverso de los ingenieros de software para manipular tu atención- te hagan switchear permanentemente.

Yo desactivé todas las notificaciones de redes sociales, y mantengo únicamente mensajes de WhatsApp. Del resto, me entero cuando decido abrir la aplicación.

Consumo y descanso

Parece una locura, pero la mayoría de las actividades que elegimos para descansar implican consumir un montón de información.

Ver TikTok, escuchar un podcast, poner un livestream de fondo o ver un video en YouTube.

¿Cómo se supone que uses tu escasa capacidad de atención para crear, si la gastaste toda en descansar?

Si con frecuencia no logras sentirte con la energía necesaria para enfocarte y trabajar en ese proyecto, esa idea original que te encantaría poder hacer realidad, acá va mi recomendación:

Dale tiempo a tu mente para deambular.

Cuando tu mente deja de ser bombardeada por información, y tiene tiempo para deambular, es cuando surgen las nuevas ideas.

Es como si entrara en modo “viaje en el tiempo”, vagando por ideas del pasado, y conectándolas para predecir el futuro.

Asegúrate de crear esos espacios en tu día a día. Salir a caminar sin audífonos, conducir sin música de fondo, lavar los platos, o simplemente ir al baño sin tu teléfono. Hay una cantidad absurda de espacios colonizados por la novedad que necesitamos recuperar.

Esto es todo por hoy. Si el tema te interesa, recomiendo encarecidamente que le eches un ojo a Stolen Focus. Hari realmente hace un gran trabajo exponiendo estos puntos y, si bien no coincido con sus conclusiones finales, la obra presenta evidencia realmente iluminadora.

Espero haberte ayudado. Si este artículo te condujo a replantearte tu forma de crear, me encantaría que me lo cuentes en un comentario.

Y si se te vino a la cabeza alguien a quien le podría ayudar, hazle el favor de enviárselo.

Gracias por tu atención :)

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