Cuando lo encuentres, dejá de buscar

Nuestra generación está padeciendo la abundancia de opciones.

Veo a mucha gente insatisfecha con sus propias elecciones. Atrapados en un bucle de pensar ‘qué hubiera pasado si’. ¿Podría haber elegido algo mejor?

Es eso que se siente después de visitar demasiados departamentos en alquiler, llegar a enamorarse de uno, lanzarse al burocrático proceso de alquilarlo, sufrir el tormento insoportable de la mudanza… solo para que después aparezca un anuncio de otro departamento al mismo precio, pero con un balcón más grande.

Los humanos no evolucionamos para convivir con la abundancia. Durante la mayor parte de nuestra existencia en este planeta predominó la escasez.

Estamos biológicamente incentivados a permanecer en la búsqueda de mejores recursos. Nunca se sabe cuándo podría azotar una sequía.

Estoy escribiendo esto porque me cansé de dar siempre el mismo consejo: cuando lo encuentres, dejá de buscar.

Para construir una vida que valga la pena, te la vas a tener que jugar. Dejar de apostar a lo seguro. Meter un all-in, en algún momento.

Concentrar toda tu energía en un sólo proyecto -una gran obra- y no perder tiempo mirando hacia el costado.

Cuando concentras toda tu energía en un solo proyecto por un buen tiempo, cosas mágicas empiezan a pasar. Se gesta una fuerza gravitatoria misteriosa, que hace que otras personas haciendo cosas empiecen a girar a tu alrededor. Oportunidades inesperadas se presentan de la nada. Las baldosas se mueven hacia donde vayan tus pies.

El costo son todos esos otros caminos posibles. Todas esas carreras abandonadas. Todas esas parejas que te podrían haber elegido. Todos esos trabajos que podrías haber tomado. Todos esos side-projects.

Y la recompensa: plenitud. Saberse lleno, completo y satisfecho, porque se es feliz con lo que se tiene.

No vas a saber de inmediato que hiciste la elección correcta. “No se puede conectar los puntos mirando para adelante; sólo podés hacerlo para atrás. Tenés que confiar en que, en el futuro -de alguna manera-, los puntos se van a unir” (Jobs).

Si sentís que todavía no lo encontraste, seguí buscando. Pero estate listo. Y cuando lo encuentres, dejá de buscar.